Mi abuela alucinó al verme la polla

A pesar de haberme cuidado desde que era bien jovencito, mi abuela nunca me había visto la polla hasta hoy. Le pedí que me arreglara unos pantalones nuevos que me había comprado porque me venían largos y, cuando fui a probármelos delante de ella, casi se cae de bruces al verme la polla. A sus casi setenta años nunca había visto ni degustado un pene como el mío.

abuela y nieto