Ya sabía él que la nueva mujer de su padre tenía que ser una zorra de mucho cuidado, porque ¿qué madurita macizorra se casaría con un cincuentón podrido de dinero, y le sería fiel teniendo ese cuerpo, esa cara y esas tetas naturales? El tipo sabía que en algún momento se le iba a conocer una aventura y su padre iba a lucir una hermosa cornamenta, pero no imaginaba que el causante iba a ser él mismo; pero su madrastra xxx es tan descarada que poco le importa tener que seducir a su propio hijastro, ya que ella necesita mucha caña sexual, y por desgracia, su marido el ricachón no puede darle toda la que necesita. Y para colmo, es toda una adicta al porno anal, tanto a verlo como a practicarlo, y para eso una polla joven y potente es la mejor opción. Al fin y al cabo, todo queda en familia…