Las sucias perversiones de mi tío

Nunca en la vida pensé que llegaría a prostituirme por un puñado de fotos pero no me quedó más remedio porque no podía pagarlas y las necesitaba para conseguir mi puesto de trabajo. El encargado de hacérmelas fue ni más ni menos que mi tío Pedro, un solterón que aprovecha cualquier ocasión que tiene para follar sin pagar.

tio y sobrina