No me considero un tío muy fiel a sus novias, pero con la última parecía que estaba cambiando esta tendencia, hasta que… conocí a su madre. Para empezar, debería estar prohibido tener una suegra que realmente parece la hermana de su hija, y no es coña; y para seguir, esta madre no debería ser una pelirroja impresionante, con unas tetas tiesas y bien puestas, y que mira tu paquete como si te lo quisiera comer en ese momento. Yo no me resistí, y no tardé mucho en darle lo que sus ojos me pedían, y vaya si lo disfruté; el problema es que no tuve suficiente con una vez, y ahora tenemos una extraña relación de sexo familiar, que no sé si terminará si dejo a la cornuda de mi novia.