Alguna vez y con alguna tía tenía que llegar el momento de su virginidad pero nunca imaginó que el lugar sería la cama de sus padres y la tía, su propia hermana. Harto de matarse a pajas, a este joven se le ocurrió la brillante idea de pedirle a su hermana que le presentara alguna de de sus amigas para ver si podía follársela y ella le respondió afirmativamente pero poniéndole una condición: que follara primero con ella.