Estoy viviendo con mi abuelo una de las mayores aventuras sexuales de mi vida. Lo que empezó con unos tontos toqueteos una tarde de cine ha acabado con una espiral de sexo sin desenfreno que nos está llevando a follar en los sitios más insospechados. El embarcadero próximo a su casa ha sido el último testigo de nuestros fogosos encuentros sexuales.